EL ENTORNO
Mi plantel, el CETIS 14, se ubica en la periferia de Zapopan, en una colonia semiresidencial llamada Tabachines. Nuestros alumnos proceden en su mayoría de las colonias aledañas, que son más pobres y sus condiciones de vida son humildes.
Este diagnóstico tiene varios ángulos y es necesario considerar las contradicciones de la misma información ya que por un lado, los medios de comunicación dan cuenta de la riqueza de Zapopan, pero por otra parte la escasez de recursos económicos de nuestros alumnos, incide en aspectos como la impuntualidad y la inasistencia, que son ya constantes en la vida diaria de nuestra escuela. ¿Cómo no va afectar el rendimiento escolar así como el estado de ánimo la pérdida del empleo del papá de alguno de nuestros alumnos? Sabemos de más de un caso de algún joven que se ve obligado a caminar desde su colonia hasta nuestro plantel, aún sucediendo esto de manera esporádica, por no contar con los $10.00 de su ida y vuelta en el transporte público, por lo que prefiere reservarse los únicos $5.00 que trae, para el viaje de regreso, cuando ya es de noche y el peligro se ve incrementado.
La influencia televisiva y cinematográfica, junto con la mayor cantidad de mujeres respecto a los hombres parecen estar aumentando la agresividad entre alumnas al extremo de que ocurren cada vez más peleas entre alumnas: el motivo siempre presente es la competencia por los varones. La afirmación anterior se fundamenta en los cuestionarios de intereses que levantan los tutores con sus grupos.
Pero la agresividad también se manifiesta como hostigamiento o bullying hacia los compañeros más débiles. En nuestro plantel hemos atendido casos de este tipo y afortunadamente no han ocurrido las graves consecuencias que curiosamente desenlazan en países tan avanzados como Finlandia, España, Japón y Estados Unidos.
Algunos testimonios y confidencias de nuestras alumnas parecen mostrar que buscan en las relaciones sexuales la aceptación y el afecto ausentes en el hogar. La necesidad de protección es un punto a trabajar en las aulas dado que muchos –pero no todos- casos de embarazo adolescente enfrentan la disyuntiva de estudiar y trabajar, y con una boca más…
Diagnósticos y reflexiones previas a este ejercicio con el modelo Gavilán me llevaron hace seis meses a darme cuenta lo poco que sabemos sobre la vida de nuestros alumnos fuera del plantel. Con 16 años de edad, los jóvenes siguen viendo caricaturas y las alumnas invierten gran parte de su tiempo de esparcimiento en ver telenovelas. En mi vida he visto muy pocas telenovelas (El carruaje, el Candidato, por citar unos casos), pero intrigado por la alta preferencia de los alumnos hacia la telenovela “Rebelde”, decidí verla y me encontré con situaciones muy limpias en la vida de alumnos jóvenes de un colegio privado. Quizás en un ambiente tan sexuado como el actual, nuestros alumnos tienen la necesidad de recuperar los valores de respeto, compañerismo y afecto que retrata esta serie.
Nuestros alumnos del siglo XXI no cuentan con espacios para jugar en contraste con la infancia y adolescencia de muchos de sus maestros que disfrutaron una época en la que se podía jugar en las calles. Nuestra escuela tuvo que construir un taller de EBC a cambio de erigirlo sobre lo que era la segunda cancha deportiva de los alumnos.
Nuestra escuela tiene dos entradas. En el trayecto hacia cualquiera de ellas, las alumnas se topan con exhibicionistas y llegan a ser víctimas de manoseos; pero tanto para hombres como para mujeres existe el riesgo de sufrir asaltos. La Dirección de Seguridad Pública de Zapopan mantiene una vigilancia discontinua en los alrededores argumentando la falta de patrullas y elementos policíacos suficientes. Se sigue insistiendo en este punto y ya hay solicitudes para que la corporación venga a aplicar programas preventivos de la delincuencia y la drogadicción.
No agrego más a los aspectos ocupacionales y de ecología de nuestro entorno, pues es muy amplia,
Entre los problemas que supongo, con el desconocimiento de nuestros próximos pasos en esta especialidad, podemos intervenir mediante proyectos, menciono los relacionados con ambiente escolar, bienes culturales y recreativos y deterioro ambiental. Con esto quiero decir que no están supeditados a acciones iniciales por parte de altas instancias
De entrada menciono que me he interesado mucho por participar en un proyecto para despertar la conciencia de nuestros alumnos en el maltrato entre compañeros, problema que a nivel internacional se conoce como bullying. En nuestro plantel hemos intervenido más con sentido común que con una capacitación real y por fortuna el desenlace no ha llegado a las consecuencias ocurridas en lugares como Finlandia, Japón, España y Estados Unidos,
Las actividades de la semana anterior han ratificado nuestros prejuicios: nuestros alumnos utiliza Internet y sus recursos con fines recreativos y socializantes. Es posible entonces desplazar el enfoque y situar los esfuerzos de los alumnos en un ambiente informático con presentaciones físicas de manera que sean alumnos los que construyan aprendizajes para alumnos.
Los resultados de la semana 9 mostraron las maneras de comunicación, imagen propia y aceptación entre pares. Varios alumnos confesaron que sus rechazos a otros compañeros podrían deberse a la falta de conocimiento personal, por lo que un proyecto de intervención tiene el potencial de desbaratar conflictos, mejorar la comunicación, dar un sentido a las personas y cimentar la solidaridad, entre otras competencias. Así, entonces, podemos seguir dando pasos hacia una relación más cercana y humana entre los maestros como guías y los alumnos como reconstructores del conocimiento.
viernes, 16 de enero de 2009
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