AÑADIDURAS A “MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA”
Tras las lecturas de José M. Esteve y Paulo Freire encuentro los siguientes puntos dignos de comentario:
a) IDENTIDAD PROFESIONAL:
· A muchos de nosotros nos hace falta mayor repertorio didáctico y pedagógico: personalmente y en principio, sólo quiero contar con más técnicas y he omitido el valor de la teoría para explicar las razones de las prácticas docentes en el aula. Las acciones se ven complementadas cuando nos preguntamos cómo, por qué y para qué hacemos lo que hacemos. Ahora entiendo los riesgos de hacer algo sin saber su sentido y/o su significado (“porque yo digo”, “porque sí”, “porque así viene en el libro”)
· La adquisición de la identidad profesional conduce al profesor preocupado por mejorar a invertir en su preparación. Hay que gastar en libros, enterarse de lo que sucede en el mundo, comprar materiales útiles para sus clases, escuchar y ver programas que dejen enseñanza. Aquí conviene asentar que existen muchos cursos valiosos que quedan fuera del presupuesto de un maestro. Por ejemplo, si Usted deseara mejorar su velocidad de lectura, nivel de comprensión y capacidad de retener lo comprendido a altísimo nivel, una empresa de Guadalajara se ofrece a proporcionarle los elementos suficientes para lograrlo, a un costo como de $30000.
b) COMUNICACIÓN E INTERACCIÓN:
· El valor de dejar hablar al alumno, le permite a los maestros descubrir no sólo los errores, dudas y aciertos de aquel, sino también la lógica con que se maneja. Hemos tenido talleres que preparan al maestro para impartir cursos propedéuticos a los alumnos de nuevo ingreso. La experiencia nos ha demostrado que no sirve de nada que nosotros seamos capaces de resolver un problema, sino que nuestra tarea consiste en preguntarse que haría el alumno para poder resolverlo, y cómo vamos a provocar que tal alumno alcance a llegar a esa meta. Además de lo anterior, la comunicación e interacción no cubre nada únicamente el aspecto puramente académico, sino que abarca hasta el ir detectando los estados de ánimo en los jóvenes e intentar ante eso, un cambio de estrategia. Muchos profesores poseen un fino tacto y un agudo olfato para desarrollar esas capacidades; los demás necesitamos tener ganas, adquirir experiencia y contar con la información apropiada.
· El discurso oficial abusa del verbo “deber”, refiriéndose al perfil de los maestros: “debemos motivar al alumno…”, “el maestro debe dominar tal cosa”. Nosotros mismos nos lo repetimos sin darnos cuenta. Puede ser que la natural reacción ante ese lenguaje impositivo sea la ausencia de respuesta. Creo que si nos acostumbramos a cambiar la conjugación del verbo deber por el verbo necesitar nos quitaremos todos de la espalda una carga emocional innecesaria y mejoraría el diálogo con nuestros alumnos.
c) DISCIPLINA:
· En una ocasión pregunté a uno de mis profesores cómo sería conveniente proceder cuando se me presentara determinada situación de disciplina en un salón de clases. Me contestó: “Eso te lo va a enseñar la vida”. Eso sucedió en mis tiempos de normalista y hubiera querido que dicho profesor me hubiera adelantado un poquito lo que me iba a decir la vida.
· Hay personas que poseen un carisma natural para mantener la disciplina. Ese es el caso de un prefecto que con su estatura, sus modales y su voz plena de seguridad resolvía cualquier problema de indisciplina que se presentara en un plantel. Me atrevo a afirmar que era la persona más querida de la escuela.
· Para quienes no tenemos ni el talento ni el carisma del ejemplo anterior, nos queda el establecimiento de convenios, con reglas claras y registro escrito de las consecuencias, de ser posible con la participación de los propios alumnos. Esto puede efectuarse en la etapa de apertura, a través de un proceso de encuadre.
· En cuanto a las situaciones inesperadas, la negociación. Si se mira bien, también aprender a negociar es una competencia de algo que ahora se denomina “inteligencia social”.
d) CONTENIDOS Y NIVELES:
· Como ya se comento en el párrafo sobre Comunicación e Interacción, los contenidos requieren adecuarse al nivel de los alumnos y ello implica ponerse en los zapatos de quienes van a aprender, para encontrar la lógica que utilizan en la comprensión de los temas.
· La extensión del programa constituye un motivo de presión para que el maestro lo cubra a totalidad, se quede quien se quede; más aún ahora que muchas asignaturas han visto reducida su carga horaria en una hora menos, mientras que en secundaria paradójicamente han aumentado a seis horas semanales: ¿más con menos? ¿llamarle “reto” a lo que sencillamente es un obstáculo? Sea cómo fuere, pienso que más vale profundizar en los contenidos, aunque el programa no se vea completo. Es tiempo de cambiar las carreras de velocidad por las carreras de fondo.
· Me parece muy adecuado enseñar en las aulas sistemas mnemotécnicos. En los documentos que he leído acerca del constructivismo se exagera, quizás por no especificar, la importancia de la memorización. Estoy de acuerdo con que no se aprende repitiendo y repitiendo hasta grabar el mensaje en la memoria; pero limitarse a entender y creer que eso es suficiente para haber aprendido, es insuficiente. ¿Quién no se sentiría seguro con tener a mano la herramienta de la imaginación para ya no olvidar, entre lo comprendido, los puntos clave; y a partir de ahí, evocar a voluntad lo aprendido.
e) ORGULLO DOCENTE:
· Se puede sentir orgullo por el trabajo personal y por saberse parte de un equipo donde convivimos con personas competentes, entre los cuales podemos ayudarnos.
· Ese orgullo también se siente cuando nos visita uno de nuestros exalumnos y nos informa que hace una semana terminó la carrera.
jueves, 11 de diciembre de 2008
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Hola francisco Javier
ResponderEliminarMuy interesante tu exposicion y muy completa te felicito igualmente por tu blogñ
Un saludo y estamos en contacto
Mil gracias, Maestro Hugo. Igualmente pendiente voy a estar de su bitácora electrónica.
ResponderEliminar¡Buenas noches, Hugo!
ResponderEliminarTienes razón, en cuanto a la disciplina, es el factor que nos mueve más el tapete.
Saludos cordiales.
Judith
¡Buenas noches, Francisco!
ResponderEliminarTienes razón, en cuanto a la disciplina, es el factor que nos mueve más el tapete.
Saludos cordiales.
Judith
Maestra Judith:
ResponderEliminar¡Qué gusto saludarla! En cuestiones de disciplina y justicia en el aula, se aprende diario. Creo en dos cosas:
a) negociar, platicar, conciliar para tomar decisiones, no siempre las más coreectas, pero siempre las más apropiadas.
b) buscar sie4mpre ser justos, no parejos.